Cuando empecé en el colegio, al principio estaba muy contento. Pero ya el primer día se me pasó la alegría. No tenía ganas de estudiar. Lo guay de ir al colegio era encontrarte allí con los amigos todos los días. EN clase era bastante rebelde, sobre todo en séptimo curso. Quise probar mis límites. Pero luego volví a estar tranquilo y al final a veces, hasta majo con los profesores. Crecí siendo hijo único mimado. Era lo que yo quería. No quería tener hermanos. Mis padres se separaron y ahora vivo con mi madre. Llegué a la música por casualidad. Dos amigos míos buscaban a un bajista para su grupillo. De este proyecto no salió nada al final. Pero de todas formas, por ello empecé a ir a la escuela de música y ahí conocí a Gustav. El resto de la historia ya la conoceis… Junto a la música, las chicas eran también algo muy atractivo (sonríe).
He estado varias veces enamorado, incluso sin tener ninguna oportunidad. Eso alguna vez me ha puesto malo. Cuando vas detrás de una tía durante medio año, y luego no pasa nada, eso no mola. Aunque tambien puede estar bien cuando se necesita un poco de tiempo para conquistar a una chica. Pero luego tiene que salir todo bien! Entre las chicas y la música, tenía también antes un tercer hobby: Con once años empecé a jugar a balonmano. Pero luego tuve que dejarlo cuando la cosa con Tokio Hotel empezó más en serio, porque no tenía tiempo. Pero aun tengo muchos amigos a los que les gusta el deporte. Por ejemplo mi mejor amigo Fabi, de Magdeburg. Es muy importante también, el tener amigos aparte de la banda. A ellos se les puede contar cosas como por ejemplo: “Hoy Tom me ha sacado de quicio”. Y algo que encuentro curioso: Cuanto más conocido es uno más “antiguos conocidos” aparecen de repente. Antes pasaban de mi culo, y ahora quieren hablar conmigo. Pero yo sé realmente quiénes son mis amigos de verdad.
En el grupo nos llevamos además muy bien. Pasamos tanto tiempo juntos que te acaba uniendo mucho. Conocemos todos nuestros defectos, y sabemos como cabrearnos. Y cuando alguno está de mala leche, simplemente hay que dejarlo en paz. En algun momento puede que el grupo deje de ir tan bien, pero estaría bien de todas formas seguir haciendo algo que tenga que ver con la música. Pero de momento es genial pasarlo bien con el grupo. Las fans alemanas nos han dado muchas fuerzas, y ahora vamos a romper con nuestros conciertos al aire libre.
Gracias a Tokio Hotel Spain
He estado varias veces enamorado, incluso sin tener ninguna oportunidad. Eso alguna vez me ha puesto malo. Cuando vas detrás de una tía durante medio año, y luego no pasa nada, eso no mola. Aunque tambien puede estar bien cuando se necesita un poco de tiempo para conquistar a una chica. Pero luego tiene que salir todo bien! Entre las chicas y la música, tenía también antes un tercer hobby: Con once años empecé a jugar a balonmano. Pero luego tuve que dejarlo cuando la cosa con Tokio Hotel empezó más en serio, porque no tenía tiempo. Pero aun tengo muchos amigos a los que les gusta el deporte. Por ejemplo mi mejor amigo Fabi, de Magdeburg. Es muy importante también, el tener amigos aparte de la banda. A ellos se les puede contar cosas como por ejemplo: “Hoy Tom me ha sacado de quicio”. Y algo que encuentro curioso: Cuanto más conocido es uno más “antiguos conocidos” aparecen de repente. Antes pasaban de mi culo, y ahora quieren hablar conmigo. Pero yo sé realmente quiénes son mis amigos de verdad.
En el grupo nos llevamos además muy bien. Pasamos tanto tiempo juntos que te acaba uniendo mucho. Conocemos todos nuestros defectos, y sabemos como cabrearnos. Y cuando alguno está de mala leche, simplemente hay que dejarlo en paz. En algun momento puede que el grupo deje de ir tan bien, pero estaría bien de todas formas seguir haciendo algo que tenga que ver con la música. Pero de momento es genial pasarlo bien con el grupo. Las fans alemanas nos han dado muchas fuerzas, y ahora vamos a romper con nuestros conciertos al aire libre.
Gracias a Tokio Hotel Spain
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